UGT denuncia la forma en la que se ha llevado a cabo el recorte presupuestario en las Universidades públicas andaluzas
La Federación de Empleados y Empleadas de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT Andalucía denuncia el recorte brutal que ha perpetrado el gobierno andaluz, de la mano de sus Consejeros de Hacienda y Universidades, como el inicio del desmantelamiento en Andalucía de las Universidades Públicas y su entrega a manos privadas. La iniciativa es indignante, pero, las formas de hacerlo aumentan más la indignación, porque se ha hecho a escondidas y engañando, a la sociedad andaluza, a sus representantes y a toda la comunidad universitaria incluidos sus Rectoras/es.
La publicación por la que se produce el recorte de 135 millones de euros a las Universidades, un 10% de su presupuesto, se camufló en un decreto sobre Hostelería, Ocio y Juegos Recreativos, el Decreto-Ley 14/2020, de 27 de mayo. El recorte se recoge en el artículo 3.3 y lo intentan maquillar más aún, usando un lenguaje oscuro y confuso, que pretende ser ingeniería financiera.
Incluso tras su publicación, se trató de seguir ocultando, a pesar de la reunión del Consejero de Universidades con las/os Rectoras/es, y de la comparecencia del Consejero de Hacienda en el Parlamento Andaluz, el mismo día 27 de mayo, en la que ofreció su dimisión. La única realidad es que han faltado a la verdad, porque, es un recorte en toda regla y han intentado ocultarlo a la opinión pública, escondido en un decreto sobre juegos recreativos.
La historia comienza muy atrás, las intenciones de privatización de lo público era el primer objetivo de este gobierno andaluz, además, ya habían desmantelado por inanición el foro del diálogo social, que es la Mesa de Negociación de las Universidades Públicas de Andalucía, no convocando a los representantes de los trabajadores y trabajadoras e impidiendo avanzar en los Acuerdos alcanzados en la etapa anterior. Asimismo, el Consejero de Universidades ya había dado pasos en el anterior ejercicio económico para el uso de los remanentes de tesorería afectados (los ahorros), en el presupuesto de las Universidades, lo que preparaba el campo para lo que quieren hacer ahora, repitiendo siempre el “mantra” de que no eran recortes, ni ataque a la Universidad Pública, lo mismo que continúan repitiendo.
La oportunidad para dar el primer paso en firme para desmantelar la Universidad Pública, se les ha presentado con la crisis sanitaria de la COVID-19. La excusa que han utilizado se basa en la supuesta necesidad de sacrificios en forma de recortes de lo público, para llevarlo a lo privado, al calor del invento del Fondo de Emergencia Social y Económica contra la COVID-19. De los 700 millones previstos para ese fondo, el 19% le corresponde a las Universidades, que participan sólo en el 3,5% de los presupuestos de la Junta de Andalucía. La excusa es menos creíble cuando sabemos que el Estado ha comprometido fondos para ello, que transferirá a las Comunidades Autónomas y en Europa va existir una importante ayuda dirigida a España para paliar los efectos económicos de la pandemia.
El recorte ya estaba en la calle, camuflado en el decreto, cuando el Consejero de Hacienda en una interpretación teatral que no va a recibir ningún premio, pero que si se ha acercado mucho al esperpento, afirmó que no iba a haber recortes en la Universidad andaluza, ofreciendo como garantía su dimisión, cuando el recorte estaba ya publicado. El día 28 de mayo, se celebró una reunión de las/os Rectoras/es con el Consejero de Universidades, Rogelio Velasco, para hablar de los presupuestos universitarios y el recorte estaba ya publicado. Las/os Rectoras/es, tras la reunión, comenzaron a hacer público la cuantía de ese recorte en sus universidades, asumiendo así que el recorte era real.
Lo público ha sido esencial para ganarle la partida a la pandemia y las Universidades han contribuido y siguen haciéndolo claramente a esa victoria, con la formación en sus aulas de los profesionales sanitarios, médicos, enfermeros o farmacéuticos, con su investigación y con su generación y trasferencia de conocimientos a la sociedad. Pero, además las universidades generan riqueza, cada euro que se invierte en Universidad retorna con 2,67 euros a la sociedad y devuelven en impuestos 4,3 euros, por cada euro que han invertido las administraciones públicas en su financiación.